Uno de los platos estrella de esta Semana Santa van a ser las torrijas. Es muy difícil no encontrar en estas fechas en casi todas las mesas y establecimientos de hostelería un manjar hecho básicamente de pan, leche y huevo. Muchas veces, acompañado de canela, azúcar o de la ambrosía del néctar del melocotón.
Es una elaboración sencilla y el gasto es casi mínimo, por lo que se ha convertido en un plato perfecto en estas fechas. Pero, ¿de donde proviene la tradición de comer torrijas en Semana Santa? Es una extendida tradición de elaboración casera, por lo que el dicho de “un dulce no amarga a nadie” se cumple a rajatabla.
Según cuenta la leyenda proviene de la actual capital de España, Madrid, donde más adelante fue extendida por las dos Castillas, incluso llegando a poder encontrar en otros países con gran ambigüedad de nombres, en cuyo caso se basaba de aprovechas las sobras, que como es evidente, se trataba del pan duro.
No obstante, la torrija es un dulce típico de Semana Santa, por lo que otra leyenda cuenta que su origen tiene que ver con un aspecto más religioso, en este caso en los conventos en donde se aprovecha el pan sobrante. De origen humilde, se dice que representaba la vida y muerte de Jesús.
Por lo tanto, el culto católico, apuestan por la representación del cuerpo de Cristo mediante el pan, que muere en este tiempo, de igual forma cuando utilizamos el pan duro como si estuviese ya muerto porque está pasado. La leche y huevo son los baños necesarios para resucitar el cuerpo y la fritura el sufrimiento del Señor, finalizando con la torrija y convirtiéndose en un postre glorioso. ¿Tú conoces otra leyenda?
La tradición dulcera de Semana santa viene dada por las restricciones que durante estos días se han tenido de comer carne. Era una forma de compensar, para alegrarse la vida.
Los dulces más característicos son, las torrijas, huevos de pascua, los pestiños y las empanadillas dulces.
Otras comidas muy características son el bacalao y el potaje de cuaresma, que suele llevar bacalao.
Otros pescados: La anguila, trucha, lamprea, abadejo. El pescado ha sido el rey de la cocina de Semana Santa: en ocasiones cuando se hacían grandes celebraciones en Semana Santa, se tomaban exquisiteces tales como: Lengua de ballena de cuaresma.
Menú de Vigilia: (Ximénez de Rada, arzobispo de la ciudad, en la ceremonia de colocación de la primera piedra de la futura catedral en Toledo, con la presencia de Fernando III). Guiso de calabaza, berenjena y cebolla cocido como alboronia. Carpas cocinadas en suave y perfumado escabeche. Crujiente empanada de anguila, arroz con leche, canela espolvoreada, jugosas y fragantes frutas de las huertas del tajo, fresco requesón con miel y almendras diversas frutas de sartén (pastas dulces y fritas, preparadas con queso y mazapán, tampoco faltaran un pan blanco y excelente vino de yepes.
RECETA
CORTE REBANADAS DE PAN DURO
HUMEDECER CON LECHE,SE
BATEN LAS YEMAS DE HUEVO, AZÚCAR, UNA RAYA DITA DE LIMÓN
CUANDO ESTE EL ACEITE BIEN CALIENTE HECHAS CUANDO YA ESTÉN DORA DITAS LAS SACAS MOJANDO LAS CON AZÚCAR Y CANELA ESTÁN BUENISIMAS